Suena el citofono, la madre que preparaba el desayuno contesta extrañada por la hora y por el poco habitual sonido que producia el aparato que rara vez sonaba.

-alo?, si buenos dias...no, no a subido nadie al departamento...no, no he estacionado mi auto en el 53...entienda que no a subido nadie...¿y no le pregunto el nombre cuando entro?...su trabajo es preguntar no simplemente dejarlos pasar-

corte.

la madre piensa extrañada mientras continua con la preparacion del desayuno a sus hijos. El mayor se levanta y le pregunta que sucedia.

-no hijo, no tengo la menor idea, el conserje dejo entrar a alguien que decia venir para aca y que estaciono el auto en el 53...no, tus tatas no vienen hoy-

suena el citofono.

La madre contesta con rudesa.

-Digame que es exactamente lo que paso...no, no a llegado nadie a mi departamento...¿el padre de mi marido?...primero mi marido no vive aqui, segundo su padre vive en otra ciudad...¿pero de donde saco eso?...aaa, lo leyo...ud. deberia preguntar, no suponer por una lista de nombres y una corazonada...¿cual es su nombre?...bien hablare con el administrador cuando lo vea respecto a la situacion, adios.-

suean de golpe el aparato contra la muralla. El hijo pregunta nuevamente.

-no hijo, era ese conserje denuevo...decia que tu abuelo, el padre de tu papa era el que subia...el "suposo" que era el...asi es po, arto estupido el conserje...ademas tu abuelo murio hace 5 años-

El hijo menor dormia...Suena el tiembre. La madre se acerca a la puerta molesta por las interrupciones en la hora de levantada y la abre rapidamente.

Una figura luminosa se encontraba en el umbral.

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no pidan ortografia, lo escribi rapido y en el borrador...ademas la hora no acompaña...simplemente tenia ganas de escribir.

saludos.
Kath te mando un beso...lleno de sueño, pero un beso al fin y al cabo

Etiquetas: Historias, Sueños, Terror

La casa estaba a oscuras, un cubrecama me protegía del frió que pudiera haber dentro de la pieza. Miraba hacia mi jardín de luces que parece no acabar a la vista…siempre cambiante, siempre tan luminoso y bello.

No daba mas del cansancio, solo quería dormir, tranquilizarme y no pensar más en las pruebas y los líos del cada día. Solo deseaba recostarme y soñar con la mujer a quien quiero tanto, ya que no podía poseerla en persona, no existía tiempo ni ocasión, mi mente no logro concebirlo.

Toque mi cabeza con la blanda almohada y la nostalgia hizo de las suyas en mi. Mi hermano dormía en la pieza del al lado y el tic-tac de los relojes resonaban en mis oídos…me sentía solo, completamente solo, mi madre fuera del país, una persona en la habitación del lado tan o mas cansada que yo. Ya no daba mas, realmente necesitaba a alguien que me acompañara en ese momento, alguien que me abrazara y me consintiera, pero todos estaban lejos.

A pesar de mis esfuerzos de conciliar el sueño, el no venia para sacarme de ese agujero al cual me había metido…empecé a divagar en mis pensamientos, comencé a imaginar cosas tan hermosas como aquella noche en la madrugada, en aquella pequeña sala sobre aquel especie de cojín el cual, pálido por un resto de luz fluorescente que se colaba por la esquina del portal, donde podía ver tus ojos mirándome y tus labios que me poseían.

Pero aun así no logre entrar en sueño…es lógico, nunca me a resultado de esa manera. Después de ya no dar mas mi mente y mi cuerpo, después de desvirtuar cualquier pensamiento vino un vacío en mi…simplemente quede meditabundo de la misma nada, luego comencé a ver las emociones del día que se había ido…luego la de días anteriores, las buenas y las malas, llegaba a un punto en que el recuerdo parecía un sueño que me hacia recapacitar de lo sucedido en mi vida. Veía lo acontecido en meses atrás…lo que me había marcado con alguna emoción fuera de lo normal…enojo…cariño, todos esos momentos que merecen estar en el recuerdo. Llegue hasta hace unas dos emanas atrás, cuando logre que me quisieras, recordé también el principio de mi primer pololeo, pase por experiencias que desearía olvidar que marcaron mi niñez, pase por aquellos años en Iquique, tanta emoción, tanta desdicha…llegue hasta el hospital en que estuve internado 3 meses…donde ya mi pequeño cuerpo parecía ya no dar mas, pase cuando corría por la casa, dando botes y apoyándome por las paredes para no caer…recordé aquel hermoso canario que alguna vez tuve…luego simplemente la oscuridad que me regalaba la negrura de mis parpados cerrados. Sentí una lágrima, pero seso al momento…cuando logre comprender, que a pesar de haber vivido tantas cosas no muy agradables, había vivido otras que las opacaban con su alegría y regocijo, regocijo que solo es capas de dar la vida.

El sabor agridulce me hizo dormir como hace mucho que no lo hacia. No se por que sucedió pero me di cuenta cuanto tenia y cuanto me esperaba y solo atine a pensar un cosa.

“Cuando te vea te querré mas de lo que nunca e te querido”

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